¡A la rica galletaaaa!!! antes de nada una advertencia: si os decidís a hacerlas, ¡¡¡cuidado son adictivas!!! Esta misma recomendación nos hace Paz, la chica que puso esta receta en su blog "Las Tartas de Paz". Y no le falta razón, la canela y el chocolate hacen un dúo perfecto y si le añadimos que quedan ligeramente crujientes ya es un no parar! jajajaja.
GALLETAS DE CANELA RELLENAS DE NOCILLA
Ingredientes:
230 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
270 gr. de azúcar
375 gr. de harina de repostería
1 huevo L
2 cucharaditas de esencia de vainilla
2 cucharaditas de crémor tártaro*
1 cucharadita de bicarbonato sódico*
2 cucharadas de canela molida
Pizca de sal
Para rebozar:
50 gr. de azúcar moreno
canela molida
Para rellenar:
Nocilla de dos colores
*No tenía crémor tártaro y en su lugar he puesto un sobre doble de gasificante de la marca Hacendado pues uno contiene ácido tartárico y málico y el otro es bicarbonato. (Así mato dos pájaros de un tiro jijiji)
Elaboración:
Metemos la nocilla en la nevera con unas horas de antelación para que nos sea mas fácil coger pequeñas porciones para el relleno.
Pre calentar el horno a 190º, calor arriba y abajo.
Tamizar en un bol la harina junto con el sobre doble de gasificante, la canela y la sal. Reservar.
Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que blanquee; añadimos el huevo y la esencia de vainilla e integramos.
Incorporamos la mezcla de harina y amasamos solo hasta integrar todos los ingredientes. Cogemos porciones de unos 35 gr. y hacemos bolitas, aplastamos un poquito y ponemos un pegotito de nocilla, cerramos y volvemos a dar forma de bolita; una vez tengamos todas rellenas, las pasamos por una mezcla de azúcar moreno y canela molida.
Ponemos las bolitas sobre la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado; hay que dejar espacio entre una y otra porque al hornearse se expanden bastante y si no las ponemos con suficiente separación, se pegarán unas a otras.
Horneamos durante 15-18 minutos (dependerá del tamaño que hagamos las bolitas y del horno). Cuando veamos los bordes ligeramente dorados, sacamos y las dejamos unos minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que enfríen pues salen blanditas, aunque al enfriar, quedan crujientes.
¡Buen provecho!